En protección de activos existen diferentes visiones y metodologías, pero todas tienen una coincidencia. Descubre cuál es.
Por Guillermo Suárez
Ciudad de México; 17 de mayo de 2022. En protección de activos existen diferentes visiones, metodologías y planteamientos. Sin embargo, todas coinciden en que con los recursos existentes se debe garantizar la seguridad de los activos de la organización.
De manera general se pueden enumerar cinco puntos a seguir para lograr estos objetivos:
1. Identificar los activos a proteger
Esta es la tarea primordial y que da sentido a cualquier área de Seguridad Patrimonial. Se deben tener claros y definidos los activos a cuidar: la plantilla laboral, la reputación, los bienes, centros de trabajo, materias primas, productos terminados, secretos industriales, etcétera.
2. Identificar los riesgos que amenazan los activos
El siguiente paso es hacer un análisis de los principales riesgos que representan una amenaza. Esto se pude definir mediante un análisis de entorno antes de concretar los planes para crear un nuevo centro de trabajo y cada año realizar un análisis de riesgos. La dinámica del riesgo es cambiante, es por esto por lo que estas tareas deben ser periódicas y lo suficientemente profundas para identificar nuevas amenazas.
3. Inventario de los recursos disponibles
Es importante saber con qué elementos se cuentan dentro de la organización para realizar tareas de protección de activos. Desde los recursos humanos orientados a esta tarea (personal propio, empresa de seguridad, convenios con autoridades de seguridad pública), así como la infraestructura (barda perimetral, casetas de vigilancia, CCTV, alarmas, sistemas de control de accesos, etcétera). Dentro del análisis anual de riesgos se debe incluir un listado de la infraestructura necesaria y faltante para seguir cumpliendo con la función de proteger.
4. Crear documentos normativos
Toda área de Seguridad Patrimonial debe contar con los documentos normativos que regulen sus funciones y responsabilidades. Hablamos de políticas, reglamentos, procedimientos, consignas, planes de contingencia, entre otros. El riesgo es dinámico, por lo cual los documentos se deben revisar periódicamente y deben garantizar que los responsables de la seguridad respondan adecuadamente cuando la organización enfrente una amenaza.
5. Implementar un sistema de mejora continua
Al igual que las tareas productivas, la seguridad es una función que también se debe medir para garantizar que no haya estancamientos, exista crecimiento, optimicen recursos y se logren ahorros. La organización debe definir los indicadores de desempeño de todos los involucrados en la protección y plantear objetivos y metas. Algunos indicadores pueden ser la disminución de pérdidas, o el número de incidentes.
En Vestiga somos especialistas en implementar metodologías de protección de activos y ayudamos a todas las organizaciones a profesionalizar y madurar aceleradamente sus áreas de Seguridad Patrimonial.
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