- Sí es posible optimizar la seguridad de una empresa, e incluso obtener ahorros.
Por Guillermo Suárez
Ciudad de México; lunes 17 de enero de 2022. Todo líder sabe que las empresas están expuestas a riesgos externos e internos que amenazan la seguridad de sus operaciones y activos. En México, durante el 2019, la inseguridad causó pérdidas a las compañías por 226 mil millones de pesos, un promedio de 85 mil pesos por organización.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Victimización de Empresas elaborada por el INEGI, el 30.5% de las empresas fueron víctima de algún delito. El robo interno, de bienes, y mercancías en tránsito, así como la extorsión, fueron los principales delitos que afectaron a las organizaciones.
En primera instancia, la solución que parece más razonable es incrementar la inversión en seguridad. Sin embargo, un mayor gasto no asegura mayor seguridad.
En cambio, existen una serie de medidas que cualquier organización puede emprender y con esto incrementar significativamente sus niveles de seguridad.
El primer paso es conocer los riesgos a los que está expuesta la organización y el nivel de amenaza. Esto se logra mediante un análisis de riesgo anual, en el que se consideren las peculiaridades de la operación, las características de los bienes de la organización (materia prima, activos, producto terminado), estadísticas delictivas, información pública y datos del entorno.
Posteriormente, hay que elaborar un inventario de los activos destinados a la seguridad. Desde los recursos humanos responsables de esta función, la empresa de seguridad intramuros, la infraestructura, tecnología y procesos.
Después de saber qué amenazas enfrentamos y de qué elementos disponemos para hacerles frente, debemos diseñar estrategias para cada riesgo. Algunas de las principales amenazas son: el robo hormiga, el consumo de drogas dentro del centro de trabajo, asaltos y el robo de mercancías en tránsito, entre otros.
Redefinición de funciones de Seguridad Patrimonial
Un denominador común de los casos de éxito es la definición de responsabilidades y funciones. Es imprescindible que exista al menos una persona destinada a realizar las funciones de Seguridad Patrimonial. También se debe contar con los documentos normativos que regulen adecuadamente las tareas, principalmente, reglamentos, procesos, protocolos y consignas de seguridad.
A la par, se debe crear un sistema de auditoría y mejora continua, en el que se supervisen constantemente las tareas y funciones. Esto permitirá medir los resultados e ir evaluando si las estrategias funcionan adecuadamente o no.
Otras prácticas son crear estrategias para los activos de mayor valor y más susceptibles de riesgo, reforzar la relación con autoridades de seguridad pública para recibir oportunamente ayuda en caso de ser necesario, crear alianzas con organismos empresariales locales para conseguir en conjunto mejores resultados en materia de seguridad.
¿Cómo obtener ahorros?
Al redefinir funciones y optimizar las tareas se puede considerar la posibilidad real de disminuir el gasto destinado al proveedor de seguridad intramuros. Un guardia de seguridad privada cuesta en promedio 25 mil pesos mensuales. Si al redefinir sus funciones y tareas se logra recortar una plaza, el ahorro para la organización será de 300 mil pesos anuales. Esto a la par del incremento en el nivel de protección.
Al estudiar las tareas de los guardias de seguridad y los tiempos que emplean para desarrollarlas, se pueden redefinir las funciones, emplear ciertas posiciones sólo cuando la operación lo requiera, disminuir el número de elementos durante los horarios y días que no se desarrollen tareas en las instalaciones. Esto permitirá disminuir el número de elementos o sólo requerirlos cuando la operación lo demande.
Para optimizar aún más su labor, a los guardias de seguridad se les deben restar tareas no relacionadas con funciones de protección. De ser imprescindible que los vigilantes realicen tareas de un área ajena a Seguridad Patrimonial, parte del costo de sus honorarios debe ser transferido al solicitante.
Una vez lograda la disminución en el gasto de la seguridad intramuros y por la disminución en pérdidas, parte de los recursos ahorrados se pueden destinar a la compra de dispositivos que incrementen la protección, lo cual aumentará la eficiencia, por ejemplo, el uso de cámaras, computadoras y escáneres. También se puede optar por invertir en tecnología que garantice recorridos periódicos y programados.
Existen diversas estrategias para cada problemática y situación, dependiendo de la industria, nivel de riesgo, los recursos económicos y la operación de cada organización.
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